CUANDO EL LAZO SE CONVIERTE EN NUDO

El sábado, tras el taller de Relaciones Tóxicas, sucedio algo curioso. Tenía puesto un bonito collar de los que se atan con lazo, fino y elegante. Como pretenden ser los lazos, algo bello en definitiva Sin embargo, cuando me lo fuí a quitar resulta se había transformado en un nudo! esto me hizo recordar por qué de pequeña detestaba que me pusieran lazos, por que al final del día se convertían en nudos, y luego me pasaba media hora (o más) teniendo que desenredarlo. Igual que el sábado. Sólo que al tenerlo en el cuello, se complicaba la cosa, me asfixiaba, y al final, se me acabó la paciencia y zás. Lo corté. Al principio me dio pena pues es un regalo. Luego vi la oportunidad de transformar el collar, y hacer de él un objeto, quizás menos elegante pero si más prácticos poniéndole un enganche.

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Este suceso aparentemente tonto y casi fortuito se me antojó de repente, como una gran metáfora de las relaciones y en especial de las relaciones tóxicas.

Las relaciones, los vínculos, son como una cuerda invisible que nos mantienen a todxs conectados. Las relaciones sanas, digamos que forman lazos. Necesitan del cuidado de las dos partes para que se mantenga la armonía del mismo, unen pero no atan, crean algo bello (bienestar, placer,etc) y tienen la función de unir algo. Si alguna de las partes, da un tirón o aprieta el lazo de alguna manera, el lazo se convierte en nudo. Y no hay nada de malo en los nudos, si son para hacer redes o ganchillo. Sin embargo en las relaciones son letales, por que el nudo, impide la libertad de movimiento (interior y exterior) y por tanto el crecimiento. El nudo ata, y sí, puede que dé cierta seguridad (de que la cuerda-relación no se va a romper, que no nos vamos a caer o quedar sólos) pero al final, si no se deshace el nudo, termina convirtiéndose en esto:

nudo con cuerda

Una imagen vale más que mil palabras.

No siempre hay que cortar la cuerda. Pero lleva su tiempo desenredar el nudo. Es costoso, engorroso, requiere de mucha paciencia. Y en una relación tiene que haber completa disposición a querer desenredarlo por ambas partes. Por mucho que uno lo intente, si el otro aprieta más o sencillamente no hace nada, es prácticamente imposible des anudarlo. No basta con hablarlo, es vital ponerse a la acción. En realidad no es tan importante saber  por que se hizo el nudo, eso lo facilita, y permite que no vuelva a ocurrir. Eso sí, lo verdaderamente importante es desenredarlo, antes de que nos asfixie y nos mate en vida.

Muchas de las veces, tenemos la soga al cuello, nos asfixiamos, y perdemos el tiempo pensando en cómo ha podido suceder, por que a mí, nos culpamos, culpamos al otro, y la soga sigue tirando y sin oxigeno con el que respirar…Nos resistimos a aceptar que lo que fue un lazo, devino nudo, y no hay ninguna explicación mental que vaya desenredar la soga. En esos casos, a veces, se necesita cortar por lo sano, cuando nuestra propia integridad está en juego.

En definitiva, la cuerda no es en si misma ni buena ni mala, como no hay relaciones buenas o malas. Es lo que hacemos con la cuerda/con la relación, lo que determinará la calidad de la unión sin olvidar nunca que hay muchas formas de unir cuerdas más allá del lazo y del nudo clásico.

nudos

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